21 de septiembre: Día Internacional de la Paz y el rol fundamental de las Personas Mediadoras

Silvia G. Palazuelos

Persona Facilitadora/ Mediadora

privada certificada número 104, PJEDOMEX

Cada 21 de septiembre, el mundo celebra el Día Internacional de la Paz, proclamado por las Naciones Unidas[1]  como una jornada dedicada al cese de la violencia y la promoción de la armonía entre las naciones, las culturas y las personas. En este contexto, resulta oportuno —y urgente— reconocer a quienes, día a día, construyen paz desde lo cotidiano: las personas mediadoras.

Hoy más que nunca en el mundo entero, en nuestro país, estados, municipios, localidades y comunidades nos urge la construcción de Paz, para que ello se logre tenemos que comenzar desde nuestro entorno inmediato y cercano: la familia, la escuela, las universidades, amistades, empresa, colaboradores y en cualquier entorno de interacción humana en el que nos movemos día a día.

El llamado es urgente de Naciones Unidas es: “2025 Actuar ahora por un mundo pacífico”:[2] 

Vivimos tiempos de turbulencias, agitación e incertidumbre, por lo que es fundamental que todos emprendamos acciones concretas para movilizarnos en favor de la paz.

Lo dicho por Naciones Unidas es un llamado a la acción directa e inmediata a todo ser humano que habite el planeta, desde su espacio personal, familiar y social en el que interactuamos, no sólo a los gobiernos, sino a cada persona y ser humano. Es un llamado a la corresponsabilidad, a actuar hoy para construir Cultura de Paz.

Desde luego ese llamado tiene un impacto superior, si los líderes sociales, empresariales y gubernamentales se suman y desarrollan actividades y políticas públicas encaminadas a lograr la tan anhelada Cultura de Paz.

Va nuestro reconocimiento a la UNAM, que ha lanzado una iniciativa de gran impacto para la comunidad universitaria en este camino, sin duda es un ejemplo digno de conocer, difundir y replicar.[3]

La mediación: paz en acción

Mediar es crear puentes donde antes había muros. Las personas mediadoras facilitan el entendimiento entre partes en conflicto, promoviendo el diálogo, la escucha activa y el reconocimiento del otro. Lejos de ser una tarea técnica, la mediación es una forma de ejercer la ciudadanía, de sembrar cultura democrática y de fortalecer el tejido social.

No es casual que en muchas legislaciones recientes —como la Ley General de Mecanismos Alternativos de Solución de Controversias en México, vigente desde 2024— se reconozca el papel estratégico de las personas facilitadoras en todos los niveles: desde el ámbito civil y familiar, hasta lo penal, administrativo y comercial.

Una justicia más humana, cercana y restaurativa

La mediación no sustituye a la justicia tradicional, pero sí la complementa de manera valiosa. Los MASC (Mecanismos Alternativos de Solución de Conflictos) no deben ser vistos como una “justicia de segunda clase”, sino como una justicia participativa, más humana, menos costosa y más rápida, en donde las partes construyen sus propias soluciones.

El corazón de la paz está en lo local

Celebrar a las personas mediadoras es reconocer que la paz no se impone: se construye, se aprende y se ejerce. En comunidades, escuelas, empresas, familias y tribunales, ellas y ellos son facilitadores del entendimiento, aún en contextos donde las emociones, la historia y la desigualdad complejizan el diálogo.

Como lo destaca el libro Acerca de la clínica de mediación, los casos reales muestran que la mediación no se trata solo de resolver conflictos, sino de crear condiciones para que las personas puedan hablar, escuchar y transformar sus relaciones.[4]

¿Y si celebramos oficialmente el Día del Mediador?

En nuestro país, no existe un día oficial para celebrar el día del mediador, proponemos que el 21 de septiembre también sea una fecha para visibilizar la labor de quienes medían por la paz en lo cotidiano.

Es una oportunidad para:

• Reconocer el rol de las personas facilitadoras públicas y privadas.

• Promover espacios de capacitación y profesionalización.

• Reforzar la implementación de políticas públicas que fomenten los MASC.

• Recordar que la paz no es una meta abstracta, sino una práctica diaria.

  
  

Construir paz es más que evitar la guerra. Es garantizar la palabra, abrir canales de confianza, y transformar el conflicto en oportunidad.

En este Día Internacional de la Paz, celebremos también a quienes eligen el camino del entendimiento. Celebremos a las personas mediadoras o facilitadoras públicas o privadas que con su actividad cotidiana fortalecen el tejido social y la construcción de Paz.